Esta sesión la hicimos hace ya algún tiempo en un estupendo día de otoño donde todos los elementos se aliaron a nuestro favor: el sol, la temperatura, los colores del campo y … por supuesto el amor. Hoy, algunos meses después Ana y Rafa ya son tres y yo no puedo dejar de alegrarme por ellos ni de agradecerles que me dejaran compartir su felicidad. Recuerdo con cariño vuestra sesión!
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